Una joven llevaba un cántaro de leche al mercado y soñaba con usar el dinero de la venta para comprar huevos, luego pollos, después un cerdo, y cuando todo iba bien… tropezó y la leche se derramó. Todos sus planes se desvanecieron al instante.
Mensaje: Soñar es bueno, pero no debemos perder contacto con la realidad ni descuidar el presente por pensar demasiado en el futuro.